Un viaje a Medjugorje es una experiencia espiritual para cualquiera, sobre todo para los católicos. Un lugar en donde la paz te abraza y las preocupaciones se olvidan, así vivió Gaby Diez Barroso su experiencia y ¡nos la relata!
Medjugorje es un pequeño pueblo ubicado en Bosnia Hercegovina, y que en croata quiere decir "entre montañas". Su gente se dedica principalmente al cultivo de la vid y el tabaco. Era un pueblo muy chico al que los turistas rara vez visitaban o del que se había escuchado hablar, hasta que en 1981 el 25 de junio nuestra Madre del cielo apareció por primera vez frente a 6 niños con el nombre de María Reina de la Paz. Desde entonces, existen relatos y más apariciones marianas de Medjugorje. Este año se conmemoran 40 años de apariciones diarias y es por este motivo que viajan a este lugar más de 15 millones de personas al año.
Cuando se construyó la Iglesia de Santiago Apóstol por franciscanos, se pensaba que era demasiado grande para un pueblito tan chico sin embargo, hoy es insuficiente por la cantidad de peregrinos que llegan diariamente.
Yo he estado ahí 2 veces, y no conozco el cielo, pero les puedo decir que Medugorje es el cielo en la tierra, un lugar donde se respira paz, amor, esperanza y fé.
En mi caso visitar Medugorje fue un llamado de la Santísima Virgen Maria, es un lugar de oración, en donde todo gira al rededor de las actividades de la parroquia , visitas a los videntes y escuchas sus testimonios, subes al monte de la cruz rezando el Via Crusis, estuve en una aparición con Ivan uno de los videntes en el monte Polvordov, lugar de las primeras apariciones, ahí ves la danza del sol antes de que llegue la Virgen, en varias ocaciones llega un fuerte olor a rosas, que es la presencia de la Virgen, y lo más importante; de la mano de María llegas a un encuentro personal con Jesús. La adoración Eucarística es lo más hermoso que he vivido, realmente sientes la presencia de Jesús en ese pedacito de pan y te llena de amor y de paz, esa paz que sólo viene de él.
Cuando regresas de Medugorje no eres la misma persona, La virgen cambia tu corazón.
Una frase Hermosa que dijo la Virgen y que a mí me lleno el corazón es: "Si supieran cuánto los amo, llorarían de alegría"
Colaboración de Gaby Diez Barroso.
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